Celebración del 4F en el museo Alejandro Otero
4F Oigan mi palabra
La palabra que acompaña a la gesta histórica queda flotando en los vientos y su fuerza crece con el transcurrir del tiempo. En la memoria colectiva se va dibujando un poema surgido de la voluntad y del espíritu combativo que siempre ha guiado a los venezolanos. Cuando esta palabra ha sido sostenida por acciones y ha gestado transformaciones profundas en nuestra cotidianidad podemos decir que un maravilloso poema está siendo escrito en colectivo. Con este libro dejamos constancia sencilla de que somos los artífices de nuestra historia y los constructores de nuestra realidad. Aquí va este manojo de palabras que han nacido del corazón y que hoy siguen cabalgando emancipadas.
¡Viva la palabra viva!
Los Yukpa no están solos
SABINO SOMOS TOD@S
RESPONZABILIZAMOS A ALGUNOS FUNCIONARIOS DE LA COMISION NACIONAL DE DEMARCACION Y DEL PLAN INTEGRAL YUKPA, en alianza con factores militares de la zona como los principales responsables de lo que ha ocurrido en la Sierra y de lo que ocurrirá. Su manejo intransigente, su mirada burguesa, de opresores, de colonos, siervos del imperio, del capital, de sus cargos sostenidos por el llanto y el dolor de la gente, del pueblo, los únicos responsables de la masacre que se desata en La Sierra. Funcionarios ineptos, que callan cuando al pobre lo matan.
Traidores LA HISTORIA NO LOS PERDONARÁ
Octubre 13 de 2009
Con un hilo de voz el cacique Sabino Romero a las diez pm, hace enlace para comunicar lo siguiente:
“me quieren matar, tengo una bala en cada brazo que me dieron a las siete. Desde ayer gente de Kusé me informan que unos parceleros están ofreciendo cinco millones por matarme. Hoy al mediodía llego al portón la GN, PTJ, Fiscalía preguntando por un robo de ganado y que Olegario había dicho que yo los había robado. Yo no los dejé pasar, siempre que viene militares es pa coñazea a uno y seguro pa deci mentira de que yo robe ganado. A las seis una gente de mi comunidad fue pa Guamo Pa Mocha a pregunta por qué habían acusado a mi, y ellos los coñazearon. Regresaron a Chaktapa todos golpeados y fuimos y estaba Olegario con una escopeta de ocho tiros y empezó a disparame. Corrimos pa el puente, y le dispararon a el mario de Guillermina, dos plomos en la espalda, a mi hija marilis le dieron por la espalda. Empezamos a defendenos pero estábamos en desventaja ya to con plomo y un muerto, mucho disparo desde Guamo pa nosotros, al hijo de Alejandro le dispararon y le hirieron en los pie. A mi hijo ani kaguan creo lo mataron, aun no ha llegado. Estoy aquí y sé que me voy a morí pero aquí en la tierra de Yukpa. No voy a hospital, ellos me quieren mata, me pueden envenená. Olegario me quizo mata por pago”.
Entre respiros de quien se esfuerza para robar un poco de aire a esta vida llena de traidores, escupiendo y resistiendo, Sabino Romero terminó de narrar y pasó la llamada a su hijo Isidro quien llorando decía que estaba seguro de que su hermanito estaba ya muerto.
Sobre la resistencia indígena Yukpa se han sembrado muchos cuentos, matrices y planes para callarla.